Se ha dicho de todo acerca de la felicidad, de cómo ser feliz, de hacer cosas que nos haga sentir feliz, ser feliz es el camino, etc.
Hace poco leí el libro de Djigme Padma Wangcheng, gran maestro y líder espiritual del linaje Drukpa, una de las más antiguas escuelas de budismo en los Himalayas, en su libro: La felicidad empieza en tu mente nos acerca a ese concepto que todos los seres humanos o la mayoría desea estar y permanecer.
Esperaba alguna receta poética que he leído en otros libros, sin embargo, resulta que: La felicidad es tu naturaleza, así de simple y sencillo.
¿Pero cómo es esto de que es mi naturaleza?
La respuesta es que la felicidad no la tienes que buscar o perseguir, ni tampoco nadie te la va a quitar porque está ahí, siempre estuvo contigo desde que naciste, pero con el tiempo no la ves o te pones o te han puesto obstáculos para no verla, o simplemente has dejarlo de verla por el día a día, actuando de acuerdo a lo que el mundo te dice, que si posees aquello o haces esto o si tienes éxito en la vida podrás ser feliz, entonces te angustias por el futuro, te presionas por lograr el éxito o simplemente por no fallar, el miedo al fracaso o incluso miedo a que te rompan el corazón, entonces ocultas tu verdadera naturaleza, pero la verdad es que no necesitas una razón para ser feliz, en esencia puedes ser feliz.
El único que se interpone en el camino de tu felicidad eres tú mismo, la única que te detiene es tu mente y a la vez es la única que puede ayudar a ver tu felicidad, entonces debes entrenar a tu mente.
Pero, ¿Cómo entrenar a mi mente?
Cómo dijo un gran filósofo René Descartes «Pienso, luego éxito», es decir todo empieza y es creado en la mente, la clave está en unir nuestros pensamientos, palabras y acciones, es decir, crea pensamientos que te permitan entrar en ese estado, practícalo todos los dias, medita en ellos, repítelos, porque la mente es traviesa y querrá sabotearte con pensamientos contrarios, entonces requieres de más práctica, porque no puedes controlar lo que pasa en el exterior, el tráfico, la muerte de un ser querido, etc, pero sí puedes controlar lo que pasa dentro de ti, aceptando lo que está ocurriendo y elegir entre soltar el sufrimiento o quedarte en él, soltar la ira o dejarte llevar por el enojo, aprende a aflojar un poco cada día y comienza a creer que existe la posibilidad de cambiar ese estado, entrena día a día los pensamientos que te lleven a tu naturaleza real de la felicidad.
No esperes que las condiciones sean perfectas para ser feliz.
Sean cuales sean los obstáculos que se encuentren en nuestro camino nuestra naturaleza de la felicidad permanece constante, tal como lo creía Mandela, a pesar de estar en una celda por años, dijo: «No importa lo estrecha que sea la puerta ni lo cargada de castigos que sea la sentencia, soy el dueño de mi destino, el capitán de mi alma».
Namasté
Tomado del Libro: La felicidad empieza en tu mente ( Gyalwang Drukpa)
