La compasión, la medicina que podría cambiar el mundo…
Imagina un mundo compasivo dónde realmente todos los seres humanos sienten una fuerza que los lleva a la acción de ayudar a otros a través del amor, ¿Habrían guerras?, ¿Habrían industrias que contaminaran de ríos, mares, etc.?, ¿Habría discriminación por raza, ideología, religión, etc.?
La compasión, la mejor medicina que puede aliviar los problemas de egoísmo, envidia, odio, avaricia, poder, ego, desigualdad, etc.
Pero, ¿Qué es y cómo sentir compasión por otro ser?
Sentir compasión no es sentir lástima por alguien, sino más bien es ponerte en el lugar de esa persona con amor y sin juicio, tal como lo ven los budistas, la compasión te hace sentir cerca de esa persona, genera el deseo de aliviar el sufrimiento del otro, te hace comprender por qué esa persona actuó de esa manera, quitando tus prejuicios, es ponerte en la piel del otro, es sentir como el otro y actuar con amor. La compasión es acción y para los budistas la práctica de la compasión es el camino a la liberación, a soltar tus propios miedos, juicios, penas, angustias.
Al ser compasivos no juzgamos, no decimos si aquella persona es buena o mala, no criticamos su actuar, simplemente actuamos y la abrazamos con amor, esto nos hace más humanos para quien da y para quien recibe, pues de alguna manera al serlo por primera vez permite que lo hagas nuevamente y la otra persona también, sin embargo, ésta empatía no debe generar aflicción en nosotros, es decir no reflejarnos en esa persona y proyectar nuestros propios miedos, angustias o penas que aún no hemos resuelto.
Por el contrario, sentir lástima es ponerte por encima de otro ser, creyéndote mejor que esa persona, creyendo que tu situación es mejor, ayudando desde tu ego, tomando un juicio del por qué o por qué no hace lo que tú haces o harías, es contrario a la compasión verdadera, aquella que mira desde el amor y sin juicio.
Pero, ¿Cómo sentir compasión por otro? En principio no es una obligación sentir compasión, pues desarrollar la compasión implica comprender primero nuestros propios sufrimientos, penas, angustias, temores y trabajar en ello para no reflejarnos en otros, es decir aprender a soltar todo aquello que nos ata y no nos deja vivir plenamente, es soltar y dejar ir nuestro dolor, dejar el ego , es decir trabajar primero en ti con compasión y para lograr esto, una práctica es vivir en atención o consciencia plena, observar de dónde proviene nuestro miedos o penas y en qué momento vienen a nosotros y actuar desde esa raíz y trabajarlo diariamente, es un camino a emprender pero ayudará a liberarte de ellas y actuar con compasión y amor hacia otros seres.
Si todos los seres humanos fuéramos compasivos el mundo sería otro.
Namasté
