¡Buen día!

Hoy les quiero contar algo, esta mañana entré a mi ascensor y como siempre a veces me encuentro con alguien y otras veces no, pero hoy me encontré con un vecino que no veía hace unos meses, es un señor que tiene unos 80 años aproximadamente y es el señor más cordial, amable y sonriente de todos los que me he cruzado en el ascensor, pues a algunos se les ha olvidado saludar o incluso saludan mirando a otro lado como si se incomodaran, otros sólo miran su celular, otros miran el piso, el techo, el espejo y otros la puerta del ascensor esperando que se abra para salir lo más rápido de él, sin embargo, esos pocos segundos que estuve con aquel señor en el ascensor me hicieron dar cuenta de lo importante que es empezar el día con un saludo agradable de ¡Buenos días!, pero un buenos días de aquellos que se dibujan en la cara, de aquellos que dices ¡Caramba hoy será un buen día! , esa suave sonrisa que incluso hace que se copie también en tu rosto,  aquella que te dice que todo va a estar bien, aquella que te invita a que tengas realmente un bonito día, entonces te queda con esa sensación tan simple y a la vez tan grande dentro de ti.
Así que la próxima vez que ingreses a un lugar o en un ascensor ¿Crees que podrías decir con una ligera sonrisa o tal vez una gran sonrisa un: buenos días, buenas tardes o buenas noches?, quizás alguien esté realmente necesitando le hagan recordar que puede tener ¡Un gran día! y sino te responden el saludo, no importa, te lo dices a ti mismo y tú mismo y sonríe dentro de ti y ten ¡Un gran día!
Verás como una sonrisa interior y/o exterior cambia por completo tu día y el de la otra persona o lo que queda de ella.
¡Que tengas un día increíble!