Su nombre proviene del sánscrito mud =gozo y dra = producir, esto significa que son “productores de gozo”. La mayoría de los mudras los conocemos como gestos o posiciones de las manos, sin embargo, también hay posiciones de los ojos, del cuerpo y técnicas de respiración que reciben el nombre de mudras. De acuerdo al autor del libro Mudras de Gertrud Hirschi, estas posiciones simbólicas de los dedos, de los ojos o del cuerpo permiten representar de forma plástica determinados estados o procesos de la conciencia, estimulando determinados ámbitos de nuestro cerebro, como si de manera inconsciente estuvieras sellando algo que estás solicitando en ese momento, en otras palabras, como hacer un pacto desde lo más profundo de nuestro ser. En el caso de los mudras de las manos y debido a que en las manos hay terminales nerviosas y comienzos de “meridianos de acupuntura”, a cada zona de la mano se le atribuye una zona refleja de la parte del cuerpo y del cerebro. En otras palabras, las manos pueden contemplarse como un espejo de nuestro cuerpo (Lothar-Rüdiger, experto en Kundalini Yoga). El origen de los mudras no es del todo claro porque existen mudras en todo el mundo, incluso podríamos decir que nuestros antepasados ya lo usaban como parte de sus rituales, por ejemplo, invocar a sus dioses con los brazos en alto, pero que con la cristianización muchos gestos fueron prohibidos, incluso hoy en día un mudra podría ser alzar el pulgar para desear suerte a alguien o dar una palmada en el hombro, mostrar el puño, etc. El mudra más conocido en el mundo del Yoga es el Jñana Mudra, donde el pulgar es el símbolo de la conciencia divina (la conciencia cósmica) y el dedo índice de la individualidad humana, con este gesto el ser humano expresa el anhelo de unión con la conciencia divina. Para realizarlo, apoye las manos sobre sus rodillas con las palmas mirando hacia arriba y junte pulgar e índice tal como aparece en la figura de forma muy ligera manteniendo las manos relajadas. Finalmente, los mudras se pueden practicar en cualquier momento y lugar, sin embargo, es preferible buscar un ambiente calmo que permita entrar en un estado meditativo y la energía y propósito del mudra pueda fluir.
*Si deseas saber más sobre los Mudras puedes encontrarlo en el libro Mudras El poder del yoga en tus manos, Gertrud Hirschi.